Universidad Tecnológica de Santiago
(UTESA)
ASIGNATURA
Inmunlogía y Alergia
TEMA
hipersensibilidad
hipersensibilidad
PRESENTADO A
Dra. Mirta Villar
PRESENTADO POR
Yahaira Collado
Yahaira Collado
Marcela Jiménez Inoa
Esther Ramíres Fernández
Hadassa P. Beuauvoir
Juana Iris Tejada
Rut Esther Báez
Gupo:
002
Tipo I. Hipersensibilidad inmediata o alergia atópica
También denominada
hipersensibilidad mediada por IgE (anafiláctica, inmediata o dependiente de
reaginas). Son las reacciones alérgicas de tipo I según la clasificación de
Gell y Coombs. Constituyen reacciones inflamatorias de instauración inmediata,
aunque a veces semirretardada, causada por la liberación masiva de mediadores
inflamatorios (histamina, triptasa, prostaglandinas y leucotrienos) por
leucocitos basófilos y mastocitos, como consecuencia de la unión, por su
extremo Fc, de anticuerpos IgE frente a determinados antígenos, en la membrana
de dichas células. Tales mediadores son los causantes de las manifestaciones
clínicas, las cuales, según la vía de acceso y el grado de difusión
intracorporal del alergeno, pueden adoptar una forma localizada - como la
rinitis o el asma -, o generalizada - como las reacciones anafilácticas
desencadenadas por medicamentos, picaduras de insectos o ciertos alimentos -.
Son procesos con una alta incidencia, llegando a afectar hasta al 20 por ciento
de la población caucásica en algún momento de su vida. En la actualidad, la
mayoría de los autores utilizan el término alergia (reactividad alterada) para
designar los procesos patológicos causados por una respuesta inmune frente a
antígenos inocuos para la mayoría de la población. Atopia es un término acuñado en los años veinte para
describir la asociación familiar, y por tanto una base genética en la tendencia
de ciertos individuos a padecer una o varias de estas reacciones tras la
exposición a ciertas sustancias antigénicas. De ahí la denominación de alergia
atópica o enfermedades atópicas para referirse a estos procesos.
Los antígenos que
estimulan la formación de respuestas de anticuerpo IgE causantes de las
enfermedades atópicas se denominan alergenos. Puede tratarse de proteínas o glucoproteínas
que forman parte de productos naturales o de sustancias químicas de naturaleza
hapténica (por ej: la penicilina) que al unirse a una proteína portadora se
convierten en material inmunogénico Existen tres tipos de alergenos según la
vía de contacto con el mismo. Pueden ser inhalables (aeroalergenos), alergenos
por ingestión (medicamentos, alimentos, etc.) o alergenos por inoculación
(fármacos y venenos de picaduras de insectos). Los aeroalergenos son los que
provocan, con mayor frecuencia, alergia atópica de las vías respiratorias (asma
y rinitis alérgica). Forman parte de la composición del material particulado de
la atmósfera normal, destacando el polen, los productos orgánicos de origen
animal, las partículas fecales de ácaros microscópicos, las esporas fúngicas y
los productos industriales.
El hecho de que
actúen como alergenos no depende de propiedades intrínsecas que los distinga de
los restantes antígenos convencionales (sustancia extraña al organismo), sino
de la capacidad de ciertos individuos de desarrollar una respuesta de
anticuerpos IgE contra ellos. Tales anticuerpos se fijan por su extremo Fc a
receptores de la membrana de los basófilos y mastocitos de los distintos
órganos (sensibilización), donde pueden permanecer durante semanas. Cuando se
produce un nuevo contacto con el alergeno, su unión a dos o más moléculas de
IgE fijadas desencadena la desgranulación brusca de esas células y la aparición
inmediata de las manifestaciones clínicas; dicha reacción inmediata, además,
puede ir seguida de una reacción de fase tardía, que aparece unas horas
después.
Las
infecciones producidas por virus exacerban las crisis asmáticas y pueden
precipitarlas. Aunque se conoce desde hace tiempo esta asociación, la falta de
modelos animales adecuados ha impedido el estudio detallado de esta relación.
Los autores del artículo investigaron los efectos que la infección por el virus
sincitial respiratorio (VSR) y la influenza A puede producir en ratones
normales sensibilizados con un aeroalergeno como la ovoalbúmina inhalada. Ambos
virus causaron, posteriormente, una enfermedad transitoria. La inhalación de
ovoalbúmina no indujo anticuerpos específicos, a menos que los ratones se
infectaran en el momento de la nebulización. En aquellos ratones con exposición
epidérmica a ovoalbúmina no se desencadenaron respuestas asmáticas, pero se
originaron alteraciones sistémicas agudas cuando la exposición pulmonar había
tenido lugar durante la infección viral. En los ratones que tuvieron una
respuesta sistémica a la ovoalbúmina cutánea se aisló IgG1 plasmática
específica, la cual no se halló en los demás. Los aislados del bazo de los
animales expuestos mostraron citoquinas (IL-4) intracelulares debido a la
exposición viral. Las células TCD8+ aumentaron la producción de g-interferón en la infección por el virus de la
influenza. Ambos virus produjeron reacciones anafilácticas. Estos resultados
muestran que la infección por virus respiratorios potencia la respuesta inmune
humoral y celular frente a los aeroantígenos y propone un modelo experimental
para la continuación del estudio de esta respuesta.
La alergia a los
productos que contienen látex es un problema creciente en los servicios
públicos de sanidad, surgiendo, sobre todo, en los pacientes ingresados en las
unidades de cuidados intensivos, que requieren monitorización invasiva y en los
pacientes que precisan intervenciones quirúrgicas. Los autores del artículo han
procurado revisar los aspectos más importantes de la alergia al látex que
debieran ser conocidos por los profesionales de la salud. Los autores afirman
que el látex presenta dos alergenos mayores, el Hev b1 y el Hev b8. Al parecer,
el látex tiene una hiperreactividad cruzada con ciertos alimentos, frutas exóticas
y algunos aeroalergenos, como el polen. La población susceptible está
conformada por los profesionales de la industria del látex, los trabajadores
sanitarios, los pacientes que van a requerir cualquier clase de manejo
quirúrgico, los ingresados en las unidades de cuidados intensivos, los niños
con espina bífida y las anomalías urológicas severas. Los signos clínicos
entran dentro del grupo de hipersensibilidad tipo I, como la urticaria, el
angioedema y el shock anafiláctico. El diagnóstico se basa en la detección de
la IgE específica, tests de provocación y tests intradérmicos. La profilaxis se
basa en la suspensión de todas las sustancias sospechosas de producir la
reacción y que puedan contener látex, reemplazando los guantes de exploración
con vinilo y evitando las comidas que puedan tener una reactividad cruzada con
el látex.
HIPERSENSIBILIDAD
TIPO II
En una reacción de hipersensibilidad de tipo II (también conocida como hipersensibilidad citotóxica) los anticuerpos producidos por la
respuesta inmune se unen a antígenos presentes en las
superficies de las propias células del paciente. Los antígenos que son
reconocidos por este mecanismo pueden ser tanto intrínsecos ( autoantígenos,
que forman parte innata de las células del paciente) o extrínsecos (adsorbidos
sobre las células durante la exposición a algunos antígenos foráneos, o
posiblemente como parte de la infección de un agente patógeno). Estas células
son reconocidas por los macrófagos o células dendríticas, las cuales actúan como células presentadoras de antígenos.
Esto provoca una respuesta por parte de los linfocitos B,
lo que lleva a la producción de anticuerpos contra los antígenos foraneos.
Un ejemplo de reacción de hipersensibilidad de tipo II es la
reacción a la penicilina debido a que la droga se puede unir a la membrana de
loseritrocitos,
causando que sean reconocidos como agentes extraños; se produce una
proliferación clonal de células B y un aumento en la producción de anticuerpos
dirigidos contra la penicilina. Los anticuerpos de tipo IgG e IgM se unen a estos antígenos formando
complejos que son capaces de activar la vía clásica del complemento, la cual es capaz
de eliminar células que presentan antígenos extraños (las cuales son usualmente
patogénicas, aunque este no sea el caso). De esta forma se forman in situ
mediadores inflamatorios agudos y complejo de ataque a membrana causa la lisis y muerte celular. La
reacción puede tomar desde un par de horas hasta un día en completarse.
Reacciones autoinmunes similares a hipersensibilidad
de tipo II
Las enfermedades autoinmunes semejan a reacciones de hipersensibilidad de
tipo II y IV. Se diferencian de las reacciones de hipersensibilidad en que los
antígenos que desencadenan la respuesta inmune son autoantígenos en
vez de ser antígenos foraneos como en las reacciones de hipersensibilidad. Un
poco más abajo se detallan algunos ejemplos de respuestas autoinmunes que
semejan reacciones de tipo II.
Hipersensibilidad
mediada por complejo inmunitarios tipo III
Este tipo de reacciones es inducida por la
presencia de complejos antígeno-anticuerpo los cuales producen daño celular,
como resultado de la capacidad de activar una serie de mediadores químicos,
especialmente el sistema de complemento.
Dos tipos generales de antígenos son capaces de
producir el daño por complejos inmunes; el más frecuente corresponde a un
antígeno exógeno el cual puede ser una proteína extraña, productos bacterianos,
virus, etc. El otro tipo de antígenos corresponde a componentes propios del
organismo, es decir, endógenos que pueden interaccionar contra diversos
componentes celulares, esencialmente proteínas nucleares, ácidos nucleicos y
componentes citoplasmáticos.
La reacción se inicia cuando el antígeno se
conjuga con el anticuerpo ya sea dentro de la circulación (complejos
circulantes intravasculares tipo III A) o en espacios tisulares (complejos in
situ extracelulares tipo III B).
Los complejos formados en la circulación (III A)
producen daño, especialmente en las paredes de los vasos cuando son atrapados
en algunos órganos que actúan como filtro, como la circulación renal, pulmonar,
plexos coroídeos etc. Ejemplos de ello, enfermedad generalizada: la enfermedad del suero aguda y localizada en un órgano: glomerulonefritis o la reacción de
Arthus.
El daño tipo III B puede ser por interacción de
anticuerpos con antígenos endógenos secretados por células como en el rechazo,
tiroiditis, orquitis y algunas glomerulonefritis; interacción de anticuerpos
con antígenos intrínsecos presentes en membranas basales o matriz intercelular
como en el síndrome de Goodpasture, artritis reumatoídea, lupus eritematoso
sistémico, penfigoide buloso etc. Interacción de anticuerpos con antígenos
tisulares, como en angeítis, alveolitis alérgica extrínseca.
En este momento nos detendremos brevemente para
mencionar algunas características del sistema de complemento e indicar cual es
su participación en la patogenia de las lesiones.
El sistema de complemento es un sistema complejo
en el cual se encuentran 11 proteínas que interactúan para producir fragmentos
o complejos con diferentes actividades biológicas. En la primera etapa se
requiere la presencia de un complejo antígeno-anticuerpo el cual actúa uniéndose
a la primera proteína de complemento o C1. C1 presenta 3 componentes C1q,
C1r, C1s y que es denominada también la unidad de
reconocimiento. Posteriormente aparecen C2, C4, y C5,
también denominado sistema de activación enzimática y finalmente C5,
C6, C7, C8, C9 considerada como la unidad de ataque.
El complejo antígeno-anticuerpo al exponer el
fragmento Fc se une con C1 especialmente
a través de C1q y ante una reacción iónica reversible. Esta unión
determina que se active a C2 y
C4 transformándolos en
productos activos C2b 4b
que va a determinar su acción sobre uno de los componentes más importantes del
complemento que es C3. C3 al ser activado se puede tranformar en
tres sustancias distintas:
- C3a o Anafilotoxina
- C3b que produce la opsonización
- el complejo C3C2C4 o complejo convertasa, el cual va a
activar a C5 y
secuencialmente hasta C9 que
va a tener un efecto de citólisis. La secuencia que hemos señalado a
continuación se conoce como la vía clásica del complemento.
El complemento puede ser activado por una vía
alterna a través de un complejo antígeno-anticuerpo, u otros antígenos que
actúan directamente sobre C3. Frecuentemente la properdina es
requerida junto a la presencia de antígeno-anticuerpo para activar a C3.
A su vez la activación de la properdina puede estar determinada por algunos
mitógenos y esencialmente endotoxinas.
El complemento ya mencionado que tiene diversas
funciones algunas como mediador vascular como la Anafilotoxina o C3a
, la opsonización C3d, la quimiotaxis de leucocitos y monocitos (C3C5,
C5C6C7), y la lisis celular (C5C9)
Volviendo a las reacciones antígeno-anticuerpo y
al daño producto de la reacción de complejos inmunes es importante señalar que
cuando se forma un complejo inmune es posible encontrarlo en dos grandes condiciones:
a) Complejo antígeno-anticuerpo con
exceso de antígenos: son en general complejos pequeños que circulan durante
bastante tiempo y se van depositando paulatinamente en diversos órganos.
b) Complejo antígeno-anticuerpo con
exceso de anticuerpos: en
este caso los complejos son de gran tamaño precipitan rápidamente tendiendo a
localizarse en el sitio de introducción del Ag.
El destino de estos complejos depende
estrechamente de la acción de la vía clásica del complemento. La fijación de
complemento inhibe la precipitación de complejos inmunitarios por la unión
covalente C3b, que evita la interacción Fc-Fc que se necesita para
formar grandes agregados insolubles. Estos pequeños complejos con C3b
se unen al receptor CR1 del complemento sobre el eritrocito humano y son
transportados hasta el hígado donde los macrófagos los fagocitan e inactivan.
Si hay defectos en el sistema del complemento o si el sistema está saturado los
complejos circulan y se depositan en órganos filtros.
En las reacciones de hipersensibilidad por
complejos antígeno-anticuerpo podemos encontrar dos formas principales: una
forma generalizada y una forma localizada.
- Forma generalizada (enfermedad del suero):
Esta lesión es producida por la administración de
proteínas extrañas y en la cual se producen pequeños complejos
antígeno-anticuerpo que se agregan dentro de la circulación. En el hombre la
enfermedad del suero se manifiesta por la presencia de urticaria, fiebre,
edema, presencia de adenopatías y ocasionalmente artritis, glomerulonefritis y
vasculitis. Esta lesión ocurre de 8
a 12 días posterior al uso terapéutico de antisuero
(antitoxina tetánica equina) o drogas (penicilina, sulfonamidas, tiouracilo,
hidantoínicos etc.)
En la enfermedad del suero se reconocen formas
agudas y crónicas. La activación del sistema de complemento produce una
disminución del complemento sérico. En la Inmunofluorescencia es posible
observar depósito de inmunoglobulina G, C3, C4, C1q,
en un patrón de tipo granular. El depósito de estas sustancias se visualiza
predominantemente en las paredes vasculares. Entre la segunda semana aparecen
las lesiones inflamatorias en corazón, vasos sanguíneos, articulación y riñón.
Una vez que el sistema inmune continúa la producción de anticuerpos se forman
grandes complejos inmunes los cuales son fagocitados por el sistema
retículoendotelial y las lesiones empiezan paulatinamente a desaparecer. La
enfermedad crónica se produce por la exposición prolongada al Ag, un ejemplo
sería la glomerulonefritis membranosa.
- Forma localizada (reacción de Arthus):
La reacción de Arthus es el prototipo y
corresponde al modelo experimental de la enfermedad por complejos tóxicos. Se
observa un área de necrosis tisular en el lugar donde previamente ya se había
inyectado un Ag, la inflamación vascular se produce por el depósito del
complejo inmune, generalmente es producida en la piel. Es una reacción alérgica
inducida en presencia de exceso de anticuerpos, en este caso circulantes
producto de la primera inyección. Esta reacción se puede producir
experimentalmente al inyectar localmente un antígeno a un animal previamente
sensibilizado. La reacción de Arthus se desarrolla en algunas horas (4 a 10 horas posterior a la
inyección). En esta área se observan zonas de edema, hemorragia y ulceración
secundaria a angeítis necrotizante aguda. En la Inmunofluorescencia es posible
observar algunas inmunoglobulinas, fibrinógeno dentro de las paredes vasculares
especialmente en las membranas.
También en la pared vascular se observa depósito
de material fibrinoide con destrucción de los vasos. La ruptura de estos
produce la extravasación sanguínea con trombosis e isquemia tisular.
Otros ejemplos de enfermedades mediadas por
hipersensibilidad III son:
•
Glomerulonefritis postestreptocóccica
•
Lupus eritematoso sistémico
•
Panarteritis nodosa
•
Angeítis leucocitoclástica
•
Artritis reumatoídea
•
Eritema nodoso leproso
Tipo IV. Reacciones de
hipersensibilidad retardada
Son las reacciones tardías mediadas por células.
El prototipo es la reacción de Mantoux. Tras la administración de tuberculina a
un paciente previamente sensibilizado, aparece la reacción a las 48-72 horas
como una induración en el área de inyección; Ejemplos de patología por
hipersensibilidad tipo IV es el rechazo agudo de los trasplantes los granulomas
y la hipersensibilidad por contacto.
Las denominadas
reacciones de hipersensibilidad retardada constituyen reacciones inflamatorias
debidas al reclutamiento y activación de macrófagos por el efecto de las
citocinas liberadas por linfocitos TCD4+ al reconocer al antígeno en asociación
con las moléculas del complejo principal de histocompatibilidad (MHC) de clase
II en la membrana de las células presentadoras del antígeno (APC). En esta
reacción, también denominada hipersensibilidad de tipo IV según la
clasificación de Gell y Coombs, no intervienen los anticuerpos, a diferencia de
lo que ocurre con las otras formas de mecanismos inmunes de lesiones inflamatorias.
Todas estas
reacciones inflamatorias o de "hipersensibilidad" tienen en común el
hecho de estar iniciadas por una reacción inmunológica contra un antígeno y
ocurrir en un individuo sensibilizado (es decir, son el resultado de una
reestimulación antigénica en una persona que ya ha desarrollado una
respuesta inmune celular frente a dicho antígeno) la hipersensibilidad
retardada se manifiesta habitualmente de cinco maneras distintas:
1. Hipersensibilidad retardada frente a antígenos solubles. En general,
cuando se efectúan pruebas cutáneas con antígenos solubles (purificados o no)
obtenidos de diversos agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos y
protozoos),
2. Hipersensibilidad retardada en las manifestaciones de resistencia general
frente a infecciones.
3. Dermatitis por contacto y reacciones adversas a fármacos en otros órganos. En las dermatitis por contacto, la reacción de
hipersensibilidad retardada se induce por un compuesto químico reactivo
(hapteno) que, tras acoplarse a proteínas epidérmicas, actúa como un inmunógeno
efectivo.
Una respuesta
similar ocurre, en ocasiones, con fármacos administrados por otras vías,
desencadenándose lesiones de hipersensibilidad en órganos como riñones,
pulmones e hígado.
4. Reacciones granulomatosas. Los granulomas son lesiones resultantes de agregados de
fagocitos mononucleares activados (principalmente macrófagos), muchos de los
cuales han fagocitado el agente responsable.
5. Rechazo de homoinjertos y reacciones de hipersensibilidad retardada. El trasplante de células vivas de un individuo a
otro de la misma especie (homoinjerto) suele terminar en la destrucción y el
rechazo del injerto.
Las reacciones de
hipersensibilidad retardada son características de otro tipo de bacterias, como
las micobacterias,
Se cree que el
estrés exacerba un gran número de enfermedades, siendo alteraciones
dermatológicas en un alto porcentaje. Las células epidérmicas del Langerhans
parecen jugar un papel interesante en las reacciones de hipersensibilidad de la
piel.
Hipersensibilidad
tipo V o hipersensibilidad estimulatoria o neutralizante
Esta reacción es mediada por un anticuerpo
que reacciona con un componente de la superficie celular e induce o neutraliza
la actividad de la célula correspondiente. Ejemplos son el hipertiroidismo en
la enfermedad de Basetow Graves donde una inmunoglobulina G se une a un
receptor TSH de la célula tiroidea y la estimula produciendo hormona tiroidea.
Ejemplos en neurología es la Miastenia Gravis donde una inmunoglobulina G se
une al receptor de acetilcolina de la placa motora y lo bloquea. Otros ejemplos
son Eaton - Lambert, lupus y sindromes paraneoplásicos.
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